domingo, 24 de agosto de 2008

Desde Yurimaguas

Han pasado muchas cosas desde la última vez que escribí aquí, como podéis suponer.
Ahora no tengo tiempo de explicaros todas pero quería presentaros algunas fotos del lugar donde me encuentro ahora mismo. Y otro día os contaré más cosas. Para los que mañana se acuerden especialmente de mí y para los que tanto están pidiéndome algunas fotos, aquí van.
Me encuentro en Yurimaguas, una ciudad a orillas del río Huallaga en la selva amazónica. Mi trabajo aquí se centra en dos sitios: El hogar de discapacitados María de Nazaret y el hogar de niñas de las Carmelitas. Os presento a alguno de los maravillosos niños que me rodean aquí y no menos maravillosos paisajes.





Ahora sí que os puedo hablar de la luna desde Perú...sin palabras...



Jhon, uno de los niños del hogar de discapacitados.


La princesa Cecibel, la acaban de operar de una malformación del pie.


Bianca, Galdys, Jaira, Josias, Miguel y yo en el hogar.


Haciendo tratamiento para intentar combatir a los piojos.


Dos de los maravillosos arcoiris que regala el cielo cualquier tarde. El monasterio de la derecha es el hogar de las Carmelitas donde también colaboro.

El sol se acaba de ir a dormir...



En un paseo por el río.


Otro arcoiris después de la tormenta.


La luna apareciendo por un rincón de la plaza.

Me he escapado un momentito de la primera fiesta por mi cumpleaños para poneros estas fotos, mañana lo celebro en el hogar, junto con Gladys, que cumple el mismo día que yo y el martes con las chicas. Ya os contaré. De momento un besito enoooooooooooooooooooooooooooooorme desde la calurosa aunque preciosa selva y recuerdos de mis "amigos" los mosquitos, jajaja.

lunes, 9 de junio de 2008

Dedicado a Candi

Hace unos días que se cumplieron dos meses de mi llegada a Perú y del comienzo de ésta experiencia que durante tanto tiempo he deseado hacer. Hoy me paro a recapitular las cosas hechas, los momentos vividos, los abrazos dados…
No es mucho tiempo, dos meses, aunque a veces me parece un recuerdo lejano la mano de mi madre diciéndome adiós al otro lado del control de seguridad del aeropuerto. Y otras veces con el teléfono e internet parece que no me hubiese ido a más de unos pocos kilómetros de mi ciudad.
No es mucho tiempo y sé que no se pueden hacer “grandes” cosas en un “no mucho tiempo”, aunque a la vez sé que podría hacer muchas más. Y me “ da cólera”, como dicen por acá no poder hacer más porque te encuentras con muros que a veces me hacen sentir encarcelada en ésta ciudad de cielo blanco.

Después de ésta reflexión, que no sé muy bien a que viene os contaré algunas cosas de las últimas semanas que no he escrito.
Voy a empezar por una que me ha dado muchísima alegría.
¿Recordáis a Candi? Seguro que sí, aunque no por su nombre ya que creo que no os lo dije. Pero con éstas fotos seguro la recordáis,








Candy hace dos meses.
Esta perrita era Candi hace dos meses. Empecé a tratarla junto a unas decenas de perros más para la horrible infestación por sarna que tenía. Unas semanas después la estuve buscando para seguir con el tratamiento semanal, pero no la encontré. Ya estaba pensando que quizá le había pasado algo cuando un día ésta perrilla se sentó a unos metros de mi y me miró. Pensé que era uno de los muchos perros que merodean por allí hasta que la miré a los ojos y los reconocí. Para estar segura le pregunté a la dueña que me confirmó que esa perrilla preciosa era Candi ( ni ella la recordaba con pelo)
Os presento a la nueva Candi:







¡ No os podéis imaginar la alegría que me dio verla tan bonita ! Me imagino las expresiones de algunos de los lectores de éste blog (alguno de mis tíos) diciendo que soy una sensiblona con los animales, bla, bla, bla…pero también sé que otros muchos lectores se alegrarán casi tanto como yo al ver éstas fotos. Todos me conocéis y os podéis hacer una idea.
Ahora Candy además está en celo y tiene a todos los perros de la zona bebiendo los vientos por su amor, ja,ja,ja

Otras cosas también bonitas que han pasado últimamente es que conocí a Alvarito. Alvarito es un niño que conoció mi hermano Manuel cuando estuvo en Perú los dos veranos pasados. Tuvo un problema cuando era bebé que le dejó como secuela una tremenda epilepsia. Ha vivido sus 10 años de vida con ataques casi diarios incluso varios al día. Eso ha hecho que sea un niño parecido a autista. No habla ni entiende, solo juega con sus juguetes siempre en la misma posición sentado sobre sus piernas, esto le ha provocado una deformación en los pies por las que tampoco anda. Mi hermano se enamoró de este niño y me habló mucho de él. Quería conocerlo. Quedé con su familia y fui con mi amigo Carlos a visitarlo.
Viven en Pachacutec. Pacahcutec es otro asentamiento humano a hora y media de aquí. La mayoría de gente que vive allí es procedente de provincia (aquí se llama provincia a todo el Perú que no es Lima) y se nota mucho. Es gente amabilísima y dentro de que no deja de ser un lugar donde no tienen agua ni desagüe y las casas son de paneles de madera y esteras, han conseguido que sea un sitio muy acogedor.
Nos recibieron con todo lo que podían ofrecernos, pusieron un mantel en su pequeña mesita de madera y nos hicieron una comida buenísima. Y conocí al pequeño Alvarito. Tiene carita de ángel y en cierta manera lo es. Él es la razón de que todos los hermanos del padre se junten regularmente para visitarlo. Estaban muy contentos porque llevaba una semana sin que le diera ningún ataque. Si sigue así podrán llevarlo a una escuelita para niños con problemas que hay detrás de su casa donde podrían hacerle ejercicios con las piernas para mejorar su movilidad. Estoy tramitando para conseguirle una silla de ruedas con la que poder llevarlo cada día a la escuela.

Fue un día con cierta magia.


Alvarito



El padre y la tía de Alvaro ante un riquisimo cebiche


Sobre cosas que se están haciendo en la ONG os contaré que se organizó una exposición de pintura en la universidad católica italiana para dar a conocer la problemática de Fertiza y el trabajo de la ONG. Loretta, que es pintora, hizo unos cuadros muy bonitos , juzgad por vosotros mismos, de algunos niños y situaciones de Fertiza.




Montando la exposición.


Cuadro de Victoria


Cecilia y con su hermanita Araceli.


" Ocaso en Fertiza "



" La sonrisa de Yanina "



Los voluntarios al terminar de montarlo todo.

Cati, Esteban, yo, Sandra, Loretta y Alex.

Por otra parte, algo muy importante para la ONG y para los niños de Fertiza es que se ha empezado la construcción de la nueva “Casita de la Esperanza”. Contará con dos aulas, una biblioteca, un pequeño centro de salud y una cocina donde se quiere preparar comida para todos los niños. Los sábados que no trabajamos con los niños, hemos ido todos a colaborar. ¡ Que duro es el trabajo de albañil ¡ pero fue divertido.
No sé si la construcción verá su fin o será una de las “cosas inacabadas” de ésta ONG y que me “dan cólera”.


Esteban al empezar la obra.


Todos a trabajar...


El equipo de albañiles de los sábados.


Bueno eso es todo por hoy. Siento haber tardado tanto en escribir. Además se me acumulan las cosas y luego no os las puedo contar como me gustaría.
Por último deciros que el jueves me voy de viaje con dos de mis compañeros. Vamos cuatro días a Puerto Maldonado, purita selva. ¡tengo unas ganas de ver verde, bichitos, bichazos, la luna que tanto echo de menos en ésta horrible ciudad, estrellas….! y después tres días a Cusco a ver el Machupichu.
Estaré fuera de cobertura pero no os olvidaré y prometo fotos cuando vuelva.





miércoles, 21 de mayo de 2008

Algunas fotos...

Tenéis razón, os tengo un poco abandonados, lo siento. Anoche me propuse no acostarme sin publicar una entrada aquí, pero me acosté temprano tiritando por fiebre y con una diarrea…y es que era raro que en mes y medio, que llevo aquí, no me hubiese dado. En fin, hoy llevo todo el día entre la cama y el baño pero no quería que pasasen más días sin dar noticias de aquí. Pongo algunas fotos y las comento y otro día que esté más lucida os cuento más cosas, ¿vale?

Hay fotos que son de hace tiempo, que desastre que soy.





La salida al cine con las mayores. Eligieron una de miedo aunque es difícil elegir otra porque aquí si hay diez películas en cartelera, 8 son de miedo. Es increíble. Y a mi que no me gustan…pero fue muy divertido ir todos juntos. Después nos subimos en unas atracciones que había en la puerta. Las chicas se lo pasaron muy bien en su primera visita al cine.





Llegó el día de llevar el mueble que compré a Fertiza. Éste coche (carro como dicen aquí) es del hermano de Alex y nos lo prestó para hacer "la mudaza". Como veis aquí ni baca ni nada, un carton y al techo. No creais que es porque éste coche está para el desguace. Todos lo hacen igual. Cuando llegamos a Fretiza una rueda se salió. Literalmente, una rueda de atrás salió rodando sola y el coche con el eje en el suelo. Podría haber sido una desgracia pero nosotras ya nos habíamos bajado del coche y estábamos con los niños a unos metros. Un minuto antes esaban todos los niños alrededor del coche. Así se quedó en algo de lo que estár riéndonos durante un buen rato


Y así quedó la sala de profesores después de mis "reformas". No es gran cosa pero ya se ve de otra manera. La pintura no se podía quedar mejor porque la pared se caía. Así que cuando me cansé de pintar decidí que en la última pared...un plastico.
Aquí el mueble, con las medicinas... organizadas más o menos.
Ahora os voy a mostrar algunas fotos de Fertiza...

Pamela y Antoni suben contentos su montaña particular. La montaña que cada día van aunmentando los camiones que vienen a descargar escombros. Donde pasan horas sacando el hierro de los forjados con unos grandes martillos para venderlo después y colaborar así con la economía domestica.



Jordi y Jasmín lavandose, después de terminar de trabajar, en el pozo de agua medio limpia pero que está junto a la maloliente acequia de desagüe de todo el Callao que cruza por Fertiza, junto a la casita, antes de llegar al mar.

Cecilia y Jasmin posan, les encanta. Lo que se ve detrás son los baños. Esas "casetas"de madera sobre la acequia, son los baños que usa todo el mundo.

Ahora una imagen bonita. Mi pequeña Pamela con su perrito. Habreis visto que siempre lleva gorro. Tuvo
una tremenda infestación por hongos y se le cayó todo el pelo. Ahora lo lleva corto y aunque está preciosa, a ella no le gusta.
Cecilia buscando si hay alguna bombilla servible en un montón que han tirado por allí. Con una impresionante puesta de sol detrás.

Porque si hay algo bonito en Fertiza, además de sus niños, son los atardeceres...




Noemí ( 8 años) y Sofía (5años) van a vender su fierro.

Con Melody, Juanita, Antini, Percit y Diego en una calle de Fertiza.

Sven se fue y los niños le hicieron una fiesta de despedida.



Melody con su trabajo para el día de la madre. Aquí es el segundo domingo de Mayo y se celebra mucho en todos sitios. Hicimos unos marcos con unas fotos suyas.



Ahora pongo unas cuantas fotos de "mi casa" aquí, que algunos me habeis pedido.



Margarita, la madre de Alex y un poco la mamá de todos aquí, haciendo la comida. Las ventanas y la puerta del fondo es mi habitación.

Iris, una de las hermanas de Alex lavando ropa. Las ventanas y la puerta de la derecha son de mi habitación.

Alex y Cati (estuvo en Febrero como voluntaria y ahora se ha venido por un año para llevar el programa de apadrinamiento), en la oficina que está en la misma casa, en la cuarta planta.

Las vistas desde la oficina. En Perú ésto es algo normal, las casas son un eterno... en construcción.




martes, 6 de mayo de 2008

Viaje a Huaros. Mis primeros 4600

Eran las 6 de la mañana cuando sonó el despertador de mi movil aunque en la pantalla decía las 13h. Aún sigue con la hora española así sé en que hora vive mi gente de allá en cada momento. sin tener que hacer sumas incómodas a veces.
Bajé de mi litera con la ilusión de una niña que va de excursión. Me vestí y salí a la panadería de la esquina a comprar el pan calentito, recien hecho para el desayuno.
Poco a poco fueron bajando los demás. Y llegaron Pepe, Darwin y Carlos. los vecinos y compañeros de viaje.
Las mochilas a la espalda y en camino.¡Me iba a ver algo del Perú verde!
Después de casi una hora de taxi y tres de autobús, llegamos a Canta, la primera estación de nuestra excursión.
Canta es un pueblo bonito. Combina el encanto de ser un lugar ya algo apartado, en la sierra de Lima a 3000mt de altitud, con algunas tiendecitas que recuerdan que es lugar de paso para turistas.
Desde allí empezaba realmente la excursión. Comenzamos a andar en dirección al cielo. ¡Que placer! montañas repletas de verde hasta donde me alcanzaba la vista. Tras una hora llegamos a Obrajillo donde paramos a comer. Después del leve descanso continuamos la marcha, aún quedaba mucho por andar hasta llegar a Huaros, nuestro destino.
Muy valiente me creia yo cuando empezamos en Canta, pero conforme ibamos subiendo sentía mis pulmones más pequeños y mi corazón se quería salir del pecho cuando hicimos un trecho campo a través subiendo como cabrillas. Así llegamos a Acochaca, el último pueblo antes Huaros y aún quedaban 3 horas de camino hacia arriba. y para colmo se me había hecho una ampolla enorme en el pie. ¡Estas chicas de ciudad!
Decidimos separarnos en dos grupos, el de los gimnastas que siguieron andando y el de los no tanto que preferimos ver el paisaje sobre ruedas. Hicimos una hora más de camino hasta volver a Obrajillo donde tomamos una combi. No es por justificar que no pudiese seguir pero ese trecho que fué por un camino diferente al de ida, nos brindó unos de los lugares más bonitos del viaje. Agua en rio, en cascada, flores de todos las formas y colores... Cuando llegamos a Obrajillo se nubló e inclusó comenzó a llover. Arrancó la combi y de camino a Huaros subimos hasta transpasar las nubes y descubrir el sol nuevamente como un espejismo maravilloso. Todo a nuestro alrededor eran enormes praderas espolvoreadas por cientos de vacas que pastaban con una paz contagiosa.

Por la noche a 4000mt de altitud me ahogaba solo con subir los 6 peldaños del hospedaje. La gente del lugar nos ofeció mascar hojas de coca para el mal de altura. Lo intenté, pero el sabor no me gustó nada. En frente del hospedaje en una casa habia un pequeño cartel de madera que decía "Restaurante" allí una señora con los coloretes típicos de las personas de montaña nos sirvió una sopa de leche con espagueti que nos vino muy bien para recuperarnos. Después intenté ver, en vano, las estrellas ya que las nubes habian subido de nuevo por encima de nuestras cabezas.
A las 5:30h nuestros cuerpos, condolidos por la dureza del colchón de paja, se fueron levantando. Y salimos a buscar un café y un trozo de pan.
El pueblo es un lugar precioso. En la falda de un cerro, el agua que baja por casi cualquiera de sus calles empedradas refleja un sol especialmente radiante.
Aún teníamos que subir hasta unos 4600mt a ver unas ruinas. Decidimos que mejor hacerlo a caballo. Fué un paseo muy bonito, aunque tengo que reconocer que pasé muchísimo miedo en algunos momentos cuando mi pobre yegua se resbaló con las piedras mojadas pasando por un camino de apenas un metro y junto a un precipicio.
Jesús , nuestro guia de 7 años, se reia de mi cuando yo gritaba de miedo. Tambien fué divertido.

Llegamos a la cima y allí tuve la oportunidad de estar un ratito sola contemplando lo maravillosamente bello que es el mundo. Desde la inmensidad de las montañas, el vuelo de un águila que bailó para mi a los colores azul turquesa de las alas de una mariposa que se posó en una flor junto a mi. y entonces entendí porque algunos incas eligieron aquel lugar para vivir aunque casi cueste la vida llegar.

Por la tarde volvimos a Lima, a la horrenda Lima, pero en el cielo nos acompañó la luna llena, naranja y preciosa para recordarme que incluso los lugares más feos pueden cobrar belleza si ella está ahí.


Pepe, Sandra, Sven y yo, los jinetes



Parte del paisaje volviendo a Obrajillo.

Y a la vuelta del camino...ésta preciosidad. Me recordó mucho al viaje Marruecos

Carlos yo y Sven, los cerros detrás

Y subimos por encima de las nubes.

Más agua...





Mascando hojas de coca


Una calle de Huaros

Loretta y yo con Jesús, nuestro experimentado guia.

Y llegamos a la cima, bueno nos faltaban 100mt por andar.