domingo, 27 de abril de 2008

Hola a todos de nuevo!!
Sé que esperáis con ansias mis primeros 4600mt,…todo llegará. Ésta semana hemos estado sin internet, así que lo he tenido más difícil. Pero hoy os quiero contar éste fin de semana que ha sido genial. Cómo ya os dije el lunes hicimos el “concurso de pequeños artistas” con los niños. Fue muy divertido. La mayoría hicieron baile que es lo que se les da de miedo, otros comedia…y al día siguiente hicimos el anuncio de los premios. Todos los participantes podían elegir un premio entre tres. Y éste fin de semana hemos “hecho realidad” dos de ellos. Ayer nos fuimos con siete de los niños a la playa donde les dieron En un jardín de Miraflores
una clase de surf. Todo era nuevo y emocionante para ellos y para mi también. La playa era en Miraflores la zona de más nivel económico de Lima(el único sitio donde hay escuelas de surf) a hora y cuarto en transporte público de sus casas. La combi partió de Fertiza, las chabolas sobre el vertedero, camino del lugar donde las casas se construyen una sobre otra, formando altas torres forradas de espejos y elegantes fachadas. Hay flores de todos los colores plantadas en la entrada de los edificios. Hay jardines donde la gente pasea con ropa muy bonita, monta en monopatín, y una gran parte con piel clara y pelo rubio, habla en inglés. Algo cotidiano para nosotros, pero alucinante para éstos niños. Y yo aquí intentaba mirar con la mirada de ellos para saber un poquito que sentían.
Conforme la combi iba avanzando en los kilómetros que separan éstos dos lugares, los pasajeros, que suben y bajan, van cambiando su fisonomía recordando a una de esas sucesiones de fotos que a veces recibes por e-mail sobre el cambio desde la niñez a la vejez. Allí recibí, por primera vez desde que llegué a Perú, la caricia de un perfume. Los niños no sabían donde mirar y contaban los pisos de los edificios preguntando que pasaría allí el día del terremoto.
Carlos, es el dueño de la escuela de surf. Un chico encantador con una amplia sonrisa para todo el mundo. Sven lo conoció hace un tiempo buscando un sitio donde surfear con unos amigos y hace una semana fue a plantearle la posibilidad de preparar ésta clase a un precio simbólico. Él accedió encantado y nos contó que él también venía de “una Fertiza”. Ahora es dueño de su propio negocio y está planeando viajar a conocer Paris el año que viene.
Los niños disfrutaron como eso, como niños, cada segundo del día. Disfrutaron el momento de ponerse el traje de neopreno, de atender a las explicaciones de Carlos, de meterse al agua, de intentar coger una ola, de compartir sus emociones mientras comían unos bocadillos que habíamos preparado, de contarle a los demás todas las cosas nuevas cuando llegaron a Fertiza…Algunos no lo hicieron nada mal con las olas,¿Quién sabe? Y yo disfruté tanto con ellos.





Andy ayuda a Jordi a ponerse el traje
Anthoni, Marcos, Jordi, Andy y Gladis escuchan atentos las explicaciones de Carlos.

Se cuentan contentos lo que han sentido "sobre las olas".
No he puesto ninguna foto de ellos en el agua con las tablas por un problema tecnico,pero lo hicieron bastante bien.
Hoy tocaba el turno al segundo premio, para 13 niños, que ha sido una visita al zoo. Me lo he pasado tan bien. Recordad la cara de un niño cuando va al zoo. Bien, pues ahora imaginadla si es la primera vez que van. Y yo miraba sus caritas. Miraba a Lizbeth, Victoria y Noemí sabiendo que su vida habitual es trabajar, durante horas, buscando hierro entre los escombros antes de salir a pasear a las dos ovejas flacuchas de la casa para que pasten y si tienen suerte y no hay nada más que hacer en casa, ir al colegio. Pero hoy eran, lo que son, tres niñas de 12,10 y 8 años jugando, riendose, revolcándose por la hierba…siendo niñas. Y la carita de Percit. Percit tiene un ligero retraso. Me recuerda a mi sobrino Pablico y me provoca tanta ternura. Su hermano mayor es sordo y casi todos los hermanos han aprendido a hablar como él porque cuando eran pequeños sus padres trabajaban todo el día y se quedaban encerrados en casa con el hermano mayor. Así que muchas veces es difícil entender lo que dicen. Pero te mira y te dedica una gran sonrisa. Hoy disfrutaba con cada animal e intentaba contarme la vida del león con su media lengua. Victoria Cecilia cuida de su hermanita pequeña todo el día. Su madre trabaja todo lo que puede para conseguir, al menos, los 25 soles diarios que valen las pastillas que mantienen a su hermano mayor con vida. Hoy, por motivo de la excursión, ha podido dejar a su hermanita y disfrutar con sus amigas de risas, confidencias y emociones.
Los niños, han sido niños. Y yo he disfrutado como una más.

Victoria y Percit en el ratito de reposo después de comer

Jugando en el cesped del zoo
Percit y yo
Melody, Sandra, Kevin, Giovanna, Ruth, Percit, Lizbeth, yo,Pepe y Juanita












El martes vamos con las más mayores al cine. Es el tercero de los premios. Están muy emocionadas porque nunca antes han ido a uno.
Ya os contaré que tal. Hoy voy a la cama ya. Es tarde. Un día en el zoo cansa mucho. El martes van a Fertiza los médicos de la posta a pasar consulta y tengo que preparar algunas cosas para intentar que todo salga lo mejor posible.

viernes, 18 de abril de 2008

Mi segunda semana en Perú

Hola a todos desde Perú. Antes de nada pediros disculpas a todos los que habéis intentado escribir un comentario y no habéis podido. No sabia que se tenia que activar para poder publicarlo cómo anónimo. Ya os dije que soy un poco torpe en esto de los blogs. Pero ya lo he activado y podéis hacerlo. Muchas gracias por todos los comentarios y los e-mails que me estáis enviando. La verdad es que me encantan. Hace que me sienta muy cerquita de vosotros y creo que vosotros también me sentís así. A veces no os contesto a todos o tardo mucho y siento haber tardado en poner fotos nuevas en el blog, pero la conexión aquí es muy lenta, se interrumpe…y la verdad es que me desespera. Pero os tengo presentes siempre.
Dicho esto pasemos a contaros un poquito lo que he hecho en ésta semana.
Hace ya dos semanas que estoy aquí. La vida aquí y el trabajo en Fertiza en particular es un verdadero caos. Hay muy buenas intenciones, hay proyectos, ilusión…pero falta organización por todos lados. Así que , a los que ya me conocéis no os extrañará, he intentado poner mi granito de arena en éste tema. ¡Organización para poder trabajar!,¿verdad chicas?:) Mi labor principal aquí es encargarme un poco del tema de salud. La gente viene a mi a pedirme algo para el dolor de cabeza, o para que le cure una herida…en éste momento soy la persona que tiene más idea de los que estamos aquí. Por otro lado se ha llegado a un acuerdo con el entro médico de la zona para que vayan una vez al mes a pasar consulta a Fertiza(si va la gente a la posta médica no siempre los quieren ver).Después vienen con lo que le ha recetado el médico para ver si lo tenemos, pues la mayoría de veces después de ir al médico no se toman el tratamiento porque no pueden comprarlo. Hay medicamentos, de los que traje de España y otros que quedaban de voluntarios que vinieron antes, por todos lados. Cuando tengo que buscar algo me vuelvo loca. Me pasa igual cuando tengo que buscar alguna ficha educativa para los niños…Así que he decidido poner en orden la “sala de profesores” que es donde se guarda todo esto. Así que el viernes pasado me fui a comprar un mueble a regatear a la calle de los carpinteros. Y es que aquí todos los negocios van por calles. Hay tres calles en Lima donde todos, absolutamente todos, los bajos comerciales son ópticas. Y los empleados están en la puerta intentando que entres a la suya y no a la de al lado. ¡competencia directa! Y así con cualquier cosa ferreterías…Pues a la de los carpinteros nos fuimos a buscar el mejor y más barato entre cientos.
Después compré un bote de pintura para intentar hacer de esa sala un lugar un poco más agradable. Tengo que decir que pintar esas paredes ha sido complicadísimo. Están hechas de adobe, como podéis ver en las fotos. Cuando pasas el rodillo, se van cayendo trocitos de pared como si descascarillase un huevo. Así que todavía no está terminado. Os enseñaré fotos cuando esté terminado y el mueble en su sitio. No os esperéis nada grande porque ya veréis que no se puede hacer demasiado…
Hemos hecho manualidades con los niños decorando una de las paredes de la clase con un jardín de flores. Estamos organizando un concurso con los niños, que se hará el lunes, donde cada uno va a preparar algo. Unos bailan, otros están a`rendiendo alguna poesía, chistes…pero la mayoría baila ¡y cómo bailan! Lo llevan en la sangre. Llevamos unos días de ensayo…muy divertidos.




Yovana y Gladis ensayando en casa de Alex. Cómo se mueven...


Marcos con la camisetá que le acaban de regalar y la cara lavada, parece otro niño...está muy contento porque le han comprado unos zapatos. Normalmente va descalzo, no tenía zapatos. Es un amor...

Perdón por la repetición.Pero ahora no se quitarla...jajaja Así aprovecho para deciros que lo que está detrás es el "jardín" que han hecho los niños ésta semana.¿a que es bonito?

La segunda jornada de tratamiento de la sarna y desparasitación de los perros.

Jugando al pañuelo delante de la casita.



Victoria y Noemí ayudando a pintar.



Haciendo manualidades

Nataly nos enseña la flor que está haciendo

Pamela acaba de pintar ésta seta para el jardín

Victoria...preciosa


Mi maleta llegó una semana más tarde. La abracé antes de cambiarme los pantalones que llevaba desde España. Y es que los de las tiendas me estaban todos cortos...ejem...



Sandra, Tabea, Loretta, Alex, yo y Sven en la cebicheria...mmm..que bueno

Se me ha roto una muela. Éste es el dentista más cercano...creo que aguantaré.

La "sala de profesores"

Manos a la obra!



Perdón por el desorden en las fotos. Poco a poco iré aprendiendo y lo haré mejor.

En fin aquí teneis algunas imágenes de las que llenan mis retinas cada día. Cómo es lógico están bastante seleccionadas. Pongo las más bonitas, al menos hasta que sepa transmitiros la belleza que no se ve, la que se siente en algunos momentos en medio de toda ésta fealdad, miseria, vidas difíciles...la belleza que se siente cuando uno de éstos niños llenos de mocos, sin zapatos y los pies negros te da un abrazo y lo sientes sincero. Aunque sábes que hoy no ha comido porque su mamá no tenía plata para comprar. Pero no te pide nada y te abraza. Y sábes que en su casa ni en otro lugar nadie lo ha abrazado desde que era un bebé. Y su sonrisa es la definición de belleza.

Mañana a las 6 de la mañana nos vamos a Canta, un lugar en la sierra a 4600mt de altitud. Dormiremos en un pueblecito de la mintaña después de una, según cuentan, largísima caminata. Y el domingo madrugaremos para ir a un lugar donde, dicen, se ven condores. Tengo muchas ganas de ver verde, aquí no hay ni un arbol en las calles.

Ya os contaré. Un beso enoooorme desde Perú

sábado, 12 de abril de 2008

Trabajo en Fertiza

Con los niños, la casita al fondo

Así se encuentran alguno de los perros...sin comentarios, no? Manos a la obra

Costó acrecarse a éste. Posiblemente hace años que nadie lo acariciaba. Había terror e incredulidad en su mirada mientras yo le hablaba...
Mayu ayudandome, es una excelente auxiliar :)



Llegando a Fertiza, de camino a la casita.
Ayudando con las tareas a las mayores(12 a 15 años), dos de ellas ya son mamás.
Con Pamela, una niña encantadora

Rhut. Perdón por la posición pero aún estoy verde en esto del blog







El Trabajo en Fertiza se hace mayoritariamente en una pequeña “casita” llamada “Casita de la esperanza”. Allí van algunos niños por las tardes, después de la escuela, se les ayuda a hacer sus tareas, se hacen talleres de refuerzo, se les escucha en sus problemas, se les da cariño, cosa que en sus casas muchas veces no tienen. También se hacen algunas actividades con las madres y otros proyectos que ya os iré contando.
Durante ésta semana, mi trabajo aquí ha consistido en varias cosas. Lo más destacado ha sido que hemos empezado con la campaña de lucha contra la sarna.
La sarna en Fertiza, sin agua ni desagües, con unas medidas de higiene bastante ínfimas y una cantidad de animales infestados, es un problema. Hay niños que tienen sarna, algo normal si veis las fotos de algunos de los perros que merodean por las calles. Aunque todos los perros tienen su dueño. Parece increíble, pero los de todas las fotos tienen dueño.
Bueno, pues se instaló una “Posta veterinaria” delante de la casita y se pasó la voz. Pusimos tratamiento para la sarna y para parásitos externos a todos los perros que trajeron. La respuesta fue bastante buena, vino mucha gente.



Sobre mi entorno aquí

Loretta, yo con el cartel con el que vinieron a esperarme al aeropuerto, Sandra, Kevin, Tabea, Sven y Kevin.
Hoy hace ya una semana que estoy por acá. Cada día me digo: A ver si hoy escribo en el blog y pongo algunas fotos para ustedes. Pero el día pasa, se escapa sin que tenga esa inspiración para escribir bonito cómo a mi me gustaría. Así que he decidido que escribiré sin más para enseñaros fotos y contaros mi día a día. Sin inspiración ni palabras especialmente bonitas, si no quieren venir.
Hoy he visto la luna por primera vez desde que llegué. Le puse el nombre al blog desde España y la he buscado cada noche, pero se había ido, de viaje, quizás.

Os cuento un poco. Donde vivo es una zona de Lima que se llama Callao. Cuando decía a la gente del avión que me venía aquí, les faltaba echarse las manos a la cabeza. Todo el mundo me advirtió: “Es una zona muy peligrosa, ten mucho cuidado”
Cuando salí del aeropuerto (que está aquí e Callao)con Alex, Loretta y Sandra después de pasar por la aduana…, la impresión fue horrible. Todos los que me cruzaba por el camino me parecían maleantes. Pero ya, al cabo de los días, voy conociendo un poco a la gente y ellos a mí. Ahora nos damos los buenos días con la gente del barrio. Aún así no voy sola a ningún sitio, aunque sea algo que me incomode por la falta de independencia que eso conlleva.
En la casa vivimos 16 personas, 11 de la familia de Alex (el director de la ONG) y 5 voluntarios. Loretta es una voluntaria de Italia, aunque lleva 3 años viviendo en Valencia y lleva tres meses aquí, Sandra que es francesa y lleva 1 mes, Tabea que es Suiza y lleva dos semanas, Sven que es belga llegó el lunes y una servidora, de la piel de toro. Cómo podéis ver, esto es de lo más internacional.
La relación entre nosotros es bastante buena.
Loretta de primeras recuerda un poco a Antonia d Latte, una italiana con carácter, pero después es un pedazo de pan.
Sandra, aunque sea un tópico decirlo, es bastante cómo una típica gabacha. Mujer francesa…pero me llevo muy bien con ella también.
Tabea es mi compañera de habitación y es muy calladita para equilibrar la casa.
Y Sven es un tipo simpático con sentido del humor. En Bélgica trabaja en una compañía importante de ordenadores y se ha tomado 7 meses sabáticos para viajar por el mundo. Allí en su país es normal, además le pagan 300€ al mes(creo que el estado) y cuando vuelva le dan exactamente el mismo puesto que se dejó. Además de todo éste rollo, es un tío simpático.

Y llegamos a contaros mi contacto con Fertiza. Fertiza es un asentamiento humano en la periferia del Callao, a orillas del Pacífico. Allí es donde la ONG hace su labor.
Éste asentamiento se formó hace 40 años, así que la mayoría de gente que vive allí ha nacido allí y es lo único que conoce. Éste asentamiento se hizo en una zona de vertedero de la ciudad y aún hoy los camiones siguen yendo allí a descargar basura.
La labor de la ONG es ayudar un poco en todos los aspectos de sus vidas, unas vidas muy difíciles, pero su objetivo principal es la educación (de ahí viene su nombre Idukayperu, que en Quechua significa educando a Perú), cómo arma para ser algo más.

Cada día, sobre las 14:30h cogemos la combi (es una mezcla entre furgoneta y autobús) y nos dirigimos con nuestro material e ilusión hacia Fertiza.
Por el camino se va viendo un deterioro progresivo de la calidad de las casas y de la carretera hasta que el asfalto bacheado de termina y el aire se inunda de un olor a pescado desecado por una fábrica que hay en la zona. Ésta es la señal, hemos llegado a Fertiza.
El primer día bajé de la combi con la normal incertidumbre, al andar tan solo unos metros una decena de niños vino corriendo y nos cubrió de besos y abrazos. A mi también, aunque era la primera vez que me veian. Según ibamos andando, el numero de niños iba aumentando.
En ese momento sentí que Fertiza sí me había recibido con los brazos abiertos.


viernes, 11 de abril de 2008

La Partida y el aterrizaje

Con Sonia en el aeropuerto revisando algunas cosas que me llevé de su parte para los niños. Con Alex sacando todas las medicinas, juguetes...que traje



Llegué anoche a Perú después de un viaje largo pero entretenido. Dejando atrás los días de despedidas tristes en los que las lágrimas encontraban su vía de escape demasiado fácilmente y me sorprendían con alarmante frecuencia.
Subí al avión que despegó con retraso y me dispuse a intentar proyectar mi mirada en el destino escogido, en la aventura planeada, esperando que los gusanos que sentía en el estómago se convirtiesen en crisálidas y seguidamente en mariposas que me devolviesen la ilusión que me había movido hasta allí.
En el vuelo conocí a Manuel Jesús, un médico que venía de hacer una estancia de dos meses en Valladolid, a Amelia, una chica que volvía de vacaciones a ver a su familia después de tres años en España (estaba tan emocionada…) y a Raquel, una chica de cara angelical que se dirigía a Cuzco a hacer un voluntariado también, en la zona de selva.

El mal de la clase turista ya no me permitía estar sentada más tiempo cuando la voz de la azafata ordenó que nos abrocháramos los cinturones, íbamos a aterrizar en Lima.
Las luces de la ciudad desde la ventanilla eran diferentes a las de otras ciudades, cómo tantas cosas aquí. Se distinguían unas zonas, donde brillaban unas muy poquitas luces perfectamente ordenadas y muy separadas entre ellas, junto a los mares de luces típicos de cualquier ciudad. Y sobre el mar muchos barcos también muy iluminados.
Al bajar del avión fui con Raquel hasta el control de los pasaportes y después a la salida de las maletas. Cuando salió su maleta, Raquel se fue y nos despedimos deseándonos suerte. Yo me quedé largo rato hasta comprobar que mi maleta finalmente, no había llegado. Después de poner la correspondiente reclamación, me dirigí a la salida para apretar el famoso botón que hace encender la luz verde, que significa pasar o la roja, que significa que tienes que abrir tus maletas y que te las revisen. Pero antes de llegar a éste botón me mandaron a pasar por aduana para revisar las maletas donde llevaba todas las cosas para la ONG. Me hicieron abrir todo y me revisaron hasta el fondo. Finalmente tuve que pagar 490 soles por el portátil y casi hora y media después que el resto del pasaje, de mi avión salí del aeropuerto con la sensación de que Perú no me había acogido con los brazos abiertos.