Sé que esperáis con ansias mis primeros 4600mt,…todo llegará. Ésta semana hemos estado sin internet, así que lo he tenido más difícil. Pero hoy os quiero contar éste fin de semana que ha sido genial. Cómo ya os dije el lunes hicimos el “concurso de pequeños artistas” con los niños. Fue muy divertido. La mayoría hicieron baile que es lo que se les da de miedo, otros comedia…y al día siguiente hicimos el anuncio de los premios. Todos los participantes podían elegir un premio entre tres. Y éste fin de semana hemos “hecho realidad” dos de ellos. Ayer nos fuimos con siete de los niños a la playa donde les dieron En un jardín de Miraflores
una clase de surf. Todo era nuevo y emocionante para ellos y para mi también. La playa era en Miraflores la zona de más nivel económico de Lima(el único sitio donde hay escuelas de surf) a hora y cuarto en transporte público de sus casas. La combi partió de Fertiza, las chabolas sobre el vertedero, camino del lugar donde las casas se construyen una sobre otra, formando altas torres forradas de espejos y elegantes fachadas. Hay flores de todos los colores plantadas en la entrada de los edificios. Hay jardines donde la gente pasea con ropa muy bonita, monta en monopatín, y una gran parte con piel clara y pelo rubio, habla en inglés. Algo cotidiano para nosotros, pero alucinante para éstos niños. Y yo aquí intentaba mirar con la mirada de ellos para saber un poquito que sentían.
Conforme la combi iba avanzando en los kilómetros que separan éstos dos lugares, los pasajeros, que suben y bajan, van cambiando su fisonomía recordando a una de esas sucesiones de fotos que a veces recibes por e-mail sobre el cambio desde la niñez a la vejez. Allí recibí, por primera vez desde que llegué a Perú, la caricia de un perfume. Los niños no sabían donde mirar y contaban los pisos de los edificios preguntando que pasaría allí el día del terremoto.
Carlos, es el dueño de la escuela de surf. Un chico encantador con una amplia sonrisa para todo el mundo. Sven lo conoció hace un tiempo buscando un sitio donde surfear con unos amigos y hace una semana fue a plantearle la posibilidad de preparar ésta clase a un precio simbólico. Él accedió encantado y nos contó que él también venía de “una Fertiza”. Ahora es dueño de su propio negocio y está planeando viajar a conocer Paris el año que viene.
Los niños disfrutaron como eso, como niños, cada segundo del día. Disfrutaron el momento de ponerse el traje de neopreno, de atender a las explicaciones de Carlos, de meterse al agua, de intentar coger una ola, de compartir sus emociones mientras comían unos bocadillos que habíamos preparado, de contarle a los demás todas las cosas nuevas cuando llegaron a Fertiza…Algunos no lo hicieron nada mal con las olas,¿Quién sabe? Y yo disfruté tanto con ellos.
Andy ayuda a Jordi a ponerse el traje
Anthoni, Marcos, Jordi, Andy y Gladis escuchan atentos las explicaciones de Carlos.
Se cuentan contentos lo que han sentido "sobre las olas".
No he puesto ninguna foto de ellos en el agua con las tablas por un problema tecnico,pero lo hicieron bastante bien.
Los niños, han sido niños. Y yo he disfrutado como una más.
Victoria y Percit en el ratito de reposo después de comer
El martes vamos con las más mayores al cine. Es el tercero de los premios. Están muy emocionadas porque nunca antes han ido a uno.
Ya os contaré que tal. Hoy voy a la cama ya. Es tarde. Un día en el zoo cansa mucho. El martes van a Fertiza los médicos de la posta a pasar consulta y tengo que preparar algunas cosas para intentar que todo salga lo mejor posible.